"Aquellos que viven atentos al instante presente podrán ser conscientes de la realidad y no morirán nunca; por el contrarío, aquellos que no viven atentos a lo que aparece y desaparece aquí y ahora, es como si ya estuvieran muertos"
Buda Shakyamuni



Actividades periódicas: Charlas informativas - Intercambio de Reiki - Círculos de energía - Meditaciones guiadas, concierto de cuencos tibetanos, taller de tambor chamánico, etc.



125-LA LEALTAD



LA LEALTAD
 

“La piedad y la lealtad no te abandonen; átalas a tu cuello, escríbelas en la tablilla de tu corazón. Así hallarás favor y buena acogida a los ojos de Dios y de los hombres». (Proverbios 3:3-4)
Leal viene de la palabra latina legalis, o sea, “lo que es conforme a la ley”. La persona leal es la persona “de ley”,  la que asume el deber de cumplir lo prometido y mantener las “reglas de juego” que libremente ha querido asumir.
La lealtad es el valor que ayuda a la persona a actuar con congruencia respecto a la palabra dada o se trata simplemente de tomar conciencia para que, sin necesidad de haber dado la palabra, surja la necesidad de asimilarla libremente.
La lealtad es el valor con el cual se puede comprobar el nivel de compromiso genuino que las personas tienen hacia otros.
La lealtad es un corresponder,  es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos.
La lealtad se debe a  la patria, al trabajo, a la familia, a los amigos. Cuando alguien nos ha dado algo bueno, le debemos mucho más que agradecimiento: lealtad.
Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial, o trabajar en un sitio simplemente porque nos pagan. Sin embargo la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no sólo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo con la empresa en donde trabajamos, y con la sociedad misma.
Podemos ver como actitudes desleales:
–   Las críticas que se hacen de las personas, haciendo hincapié en sus defectos, lo limitado de sus cualidades o lo mal que hacen su trabajo.
–    Hablar mal de nuestros jefes, maestros o de las instituciones que representan.
–    Divulgar las confidencias que se nos han hecho.
–    Quejarnos del modo de ser de alguien y no ayudarlo para que se supere.
–   Dejar una amistad por razones injustificadas y de poca trascendencia, como el modo de hablar, vestir o conducirse en público.
–   El poco esfuerzo que se pone al hacer un trabajo o terminarlo.
–   Cobrar más del precio pactado.
La lealtad se relaciona estrechamente con otros valores como la amistad, el respeto, la responsabilidad y la honestidad entre otros.
La lealtad no es consecuencia de un sentimiento afectivo, es el resultado de una deliberación mental para elegir lo que es correcto. El mentir para encubrir las faltas de un amigo (en la casa, el trabajo o la escuela) no nos hace leales, sino cómplices.
“La lealtad constituye el más sagrado bien del corazón humano.” (Lucio Anneo Séneca).
 
 


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