LA APARIENCIA
Las personas no son buenas
o malas, perfectas o imperfectas, orgullosas o egoístas o generosas o santas.
La persona nunca es ninguna cosa; la persona es el conjunto de cualidades
emotivas que se expresan en un momento, en un lugar; es el conjunto de los
rasgos divinos que se expresan en un grado más o menos elemental, pero que
están en un proceso de constante transformación. La imagen que nosotros nos
hacemos de la persona es una imagen fija, estática, es una instantánea de la
persona. Y a esa instantánea le asociamos unas cualidades, o unos defectos, y
valoramos esta instantánea. Esto es lo erróneo.
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