"Aquellos que viven atentos al instante presente podrán ser conscientes de la realidad y no morirán nunca; por el contrarío, aquellos que no viven atentos a lo que aparece y desaparece aquí y ahora, es como si ya estuvieran muertos"
Buda Shakyamuni



Actividades periódicas: Charlas informativas - Intercambio de Reiki - Círculos de energía - Meditaciones guiadas, concierto de cuencos tibetanos, taller de tambor chamánico, etc.



88-TOCANDO LA TIERRA

 

TOCANDO LA TIERRA
 

Tu inmensurable paciencia y resistencia te ha convertido en un gran Bodhisattva, un sólido lugar de refugio para todos nosotros. Cada vez que estamos inestables, cada vez que nos perdemos en el olvido, en la tristeza, en el odio, en la desesperación, sentimos que necesitamos regresar a ti y practicar tocar la Tierra. Tocándote encontramos un refugio, restablecemos nuestra paz y recuperamos nuestra alegría y confianza en nosotros mismos. Sabemos que todos somos tus hijos, y a pesar de que cometemos muchos errores, siempre nos perdonas. Cada vez que regresamos a ti, estás lista para abrir tus brazos y abrazarnos. Gracias a ti nos percatamos de nuestra naturaleza de no-nacimiento y no-muerte. Tú almacenas vastos tesoros de energía en formas muy variadas. Nos comprometemos a utilizar estos tesoros con habilidad para que no se sequen, para que no requieras millones de años para restablecerlos meticulosamente.
Respetada madre, donde quiera que haya tierra, agua y aire estás tú. Tú nos das vida y nos nutres. Si alimentamos la conciencia de que estamos siempre en ti y tú en nosotros, entonces ambos estamos en paz, alegres, sanos y fuertes. Sin embargo como algunos de nosotros no somos capaces de ver esta verdad, nos perdemos a nosotros mismos. Perdemos la capacidad de reconocer que nuestros cuerpos físicos son también tu cuerpo. Nuestras mentes están llenas de confusión o arrastradas por los sueños, olvidando el precioso regalo que tú nos has dado. Por lo tanto, de ahora en adelante, nos comprometemos a dar cada paso en plena conciencia. Estaremos claramente conscientes de que estamos poniendo nuestros pies en la tierra, a fin de estar en contacto contigo y con todas las maravillas de la vida que se manifiestan en ti. Sabemos que los pasos que demos en plena conciencia tienen la capacidad de nutrirnos, de curarnos y de ponernos en contacto contigo en el momento presente. Tú eres la Tierra Pura, en donde incontables Buddhas y Bodisattvas del pasado se manifestaron, alcanzaron la iluminación, y enseñaron el Dharma. No necesitamos buscar la Tierra Pura o el Reino Celestial en otra parte o en el futuro. Tú eres una maravillosa y hermosa Tierra Pura. Tú eres nuestro hogar verdadero y podemos regresar a ti con cada paso. No queremos seguir soñando con ningún otro Reino Celestial o Tierra de la Gran Felicidad.
Nuestro maestro, quien es también hijo tuyo, encontró el camino al pié del Árbol del Bodhi. Él aceptó este lugar como su hogar verdadero. Queremos continuar su carrera, comprometiéndonos a permanecer contigo durante incontables vidas, ofreciéndote nuestro talento, fuerza y salud, para que muchos más Bodhisattvas puedan continuar erigiéndose de tu suelo. Cada vez que nos sentemos en quietud en la Madre Tierra, estaremos conscientes de que estás en nosotros. Aspiramos a personificar tus grandes virtudes, las virtudes de solidez, perseverancia, paciencia y tolerancia, las virtudes de profundidad, persistencia y estabilidad, las virtudes de gran valor y no-temor, la virtud de creatividad inagotable. Nos comprometemos a practicar de todo corazón para alcanzar estas virtudes. Sabemos que ya has sembrado estos potenciales como semillas en la tierra de nuestros corazones y mentes.
Interser – Nuestra Verdadera Naturaleza
Querida Madre, cada vez que doy un paso sobre la tierra, ahora soy capaz de trascender las nociones de mente y materia. Tu realidad sublime también trasciende las nociones de mente y materia. La materia y la mente son sólo ideas, dos caras de la misma realidad. Aquel pino no sólo es materia ya que posea un sentido del saber. Una partícula de polvo no sólo es materia ya que cada una de sus átomos tiene inteligencia y es una realidad viviente. Nuestra naturaleza es tu naturaleza, que es la naturaleza del Cosmos. Esta es la naturaleza del interser, ni el ser ni el no-ser, no-nacimiento no-muerte, no incremento no disminución, no materia y no mente, no dentro no fuera, no llegada no partida. Se cree que la Tierra es uno de los cuatro elementos básicos, pero la Madre Tierra también está compuesta de los otros tres elementos no-tierra, agua, aire y fuego. Los cuatro elementos llevan en sí mismos el tiempo, espacio y conciencia. Cada paso nos revela el interser de todos los elementos. La naturaleza Búdica no sólo está presente en los humanos, sino en todas las cosas.
Querida Madre, eres un gran Bodhisattva, dando vida a un sin número de Budas y Bodhisattvas. Tu corazón abraza a todo el Cosmos y tu sabiduría irradia en diez direcciones. No podemos comparar nuestra capacidad de entender y amar a la tuya. Algunos de nosotros resentimos el hecho de que hayas dado vida a algunos de ellos, causándoles sufrimiento, porque ellos todavía no son capaces de entenderte y apreciarte. Con la práctica de mirar profundamente, podemos ver que podemos superar todo nuestro sufrimiento y resentimiento. Poniéndonos en contacto profundamente con la Dimensión Histórica, podemos ver la Dimensión Última y así llegar a un mejor entendimiento de lo que está pasando en la Dimensión Histórica. En la Dimensión Última, no hay nacimiento, no muerte, no sufrimiento, no felicidad, no llegada, no partida, no bien, no mal. Debemos aprender a ver el mundo de signos y apariencias desde la perspectiva de la Dimensión Última. En la Dimensión Histórica, si no hay muerte, no puede haber nacimiento. Si no hay sufrimiento, no puede haber felicidad. Sin el mal, no puede haber bien, sin lodo no pueden crecer los lotos. El lodo y los lotos no son enemigos. Los lotos y el lodo dependen el uno del otro para manifestarse. Lo mismo es verdad para el sufrimiento y la felicidad, el bien y el mal.  Pero como nuestro entendimiento del bien y el mal es todavía muy dualista, algunos de nosotros todavía resentimos, culpamos y reprochamos la Tierra y el Cielo. Usamos nuestras pequeñas mentes para juzgar la gran mente de la Tierra y del Cielo.
Las inundaciones, tornados, terremotos y tsunamis no son manifestaciones de tu ira o castigos, sólo son cosas que deben ocurrir ocasionalmente en la Dimensión Histórica por necesidad, para que el equilibrio se pueda restablecer, lo mismo sucede con una estrella fugaz. Para que se logre el equilibrio en la naturaleza, a veces, algunas especies tienen que sufrir pérdidas. Pero cuando la necesidad de sobrevivir es remplazada con avaricia y orgullo, entonces hay violencia, que siempre lleva consigo una devastación innecesaria. Hemos visto que cuando una especie se desarrolla demasiado rápido, excediendo su límite natural, causando grandes pérdidas y daño, amenazando a otras especies, entonces de forma natural van a surgir causas y condiciones que van a lograr la destrucción y la aniquilación de esa especie. El equilibrio se puede restablecer entre las especies restantes. Estas causas y condiciones a menudo emergen desde dentro de la misma especie que está causando la destrucción. Hemos aprendido la lección que cuando perpetuamos violencia hacia nuestra propia y otras especies, somos violentos hacia nosotros mismos, y cuando sabemos cómo proteger a todos los seres, estamos protegiéndonos a nosotros mismos.
 
Práctica:
1. Al inspirar, sé que estoy inspirando.
Al espirar, sé que estoy espirando.

2. Al inspirar, mi respiración se hace más profunda.
Al espirar, mi respiración se hace lentamente.

3. Consciente de mi cuerpo, inspiro.
Relajando mi cuerpo, espiro.

4. Calmando mi cuerpo, inspiro.
Cuidando de mi cuerpo, espiro.

5. Sonriendo a mi cuerpo, inspiro.
Poniendo cómodo el cuerpo, espiro.

6. Sonriendo a mi cuerpo, inspiro.
Relajando las tensiones de mi cuerpo, espiro.

7. Sintiendo que estoy vivo, inspiro.
Sintiéndome feliz, espiro.

8. Morando en el momento presente, inspiro.
Disfrutando del momento presente, espiro.

9. Consciente de mi postura estable, inspiro.
Sintiendo la estabilidad, espiro.
 
Thich Nhat Hanh
 
 


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