"Aquellos que viven atentos al instante presente podrán ser conscientes de la realidad y no morirán nunca; por el contrarío, aquellos que no viven atentos a lo que aparece y desaparece aquí y ahora, es como si ya estuvieran muertos"
Buda Shakyamuni



Actividades periódicas: Charlas informativas - Intercambio de Reiki - Círculos de energía - Meditaciones guiadas, concierto de cuencos tibetanos, taller de tambor chamánico, etc.



LOS CINCO RITOS TIBETANOS


Los 5 ritos de la eterna juventud
 
Se dice que el libro de Peter Kelder “The Eye of Revelation” es la única fuente escrita de la preciada información que revela: Cinco antiguos ritos tibetanos que ostentan la clave para una juventud, salud y vitalidad duraderas. Durante miles de años estos ritos al parecer mágicos, fueron mantenidos en secreto en remotos monasterios del Himalaya. Los cinco ritos fueron puestos en conocimientos del mundo occidental gracias a la edición original del señor Kelder publicado hace más de 50 años.

En el libro se cuenta la historia de un hombre que casualmente conoce al coronel Bradford, un militar que tras retirarse  emprende la aventura de encontrar la fuente de la eterna juventud con apenas unas ideas de donde podría estar y sin estar seguro de su existencia. A la vuelta de su viaje, queda asombrado del gran cambio del coronel y éste le enseña los 5 ritos de la eterna juventud que aprendió y practicó en un monasterio tibetano.

El programa está compuesto por cinco diferentes ejercicios (llamados también cinco “ritos”) donde cada movimiento se repite hasta un máximo de 21 veces (los tibetanos creían que el 21 era un número místico perfecto).

El autor proporciona muchos ejemplos de los beneficios de la práctica de los “Cinco Ritos Tibetanos”:

Equilibran nuestra energía logrando una mejor sintonía e integración del sistema cuerpo-mente.

Aumentan la fuerza, la elasticidad, la resistencia y la agudeza mental.

Alivian la tensión muscular y nerviosa desestresando al organismo y produciendo una placentera sensación de liviandad y relajación.

Mejoran el estado del sistema respiratorio y amplían nuestra capacidad pulmonar.

Mejoran nuestra digestión y regularizan la función intestinal.

Benefician al sistema cardiovascular y estimula la circulación regularizando la temperatura corporal y aumentando nuestra sensación de bienestar, así como nuestra natural resistencia al los cambios de temperatura del ambiente.

Generan una profunda relajación del sistema nervioso mejorando la capacidad de integración del mismo y equilibrando la actividad de los hemisferios cerebrales.

Activan y estimulan el sistema endocrino.

En las mujeres alivian los síntomas premenstruales.

Tanto en mujeres como en hombres re-avivan la energía sexual.

Mejoran el tono muscular.

Generan masa muscular.

Eliminan la doble papada.

Reducen y fortalecen el abdomen.

Actúan sobre el sistema óseo previniendo contra la osteoporosis.

Oxigenan el organismo todo.

Drenan el sistema linfático y promueven una profunda desintoxicación.

Mejoran la postura.

Flexibilizan la columna y las articulaciones en general.

Levantan el ánimo y tienden a generar estabilidad emocional.
 
Estimulan una mayor irrigación sanguínea al cerebro, lo cual trae como consecuencia      una notoria mejoría en la capacidad para pensar con claridad y lucidez, así como un aumento de la capacidad creativa.

Los Cinco Ritos Tibetanos representan un sistema de ejercicio que afecta al cuerpo, la mente y las emociones. Los tibetanos afirmaban que estos ejercicios activan y estimulan los siete chakras, lo que a su vez estimulan todas las glándulas del sistema endocrino. El sistema endocrino es responsable del funcionamiento general del cuerpo. Teóricamente esto podría significar que los cinco ritos podrían afectar el funcionamiento de los órganos y sistemas físicos/energéticos, incluyendo el proceso de envejecimiento del cuerpo.

Los siete vórtices energéticos del cuerpo se centran en las siete glándulas endocrinas:
 
 












    
Hacer que estos centros de energía comiencen a girar nuevamente a una velocidad constante, uniforme y al mismo tiempo creciente es otra forma de decir que estamos ayudando al cuerpo a volver a su mejor estado.

Preparación para los ejercicios

Dada la gran cantidad de beneficios físicos, emocionales y mentales que se obtienen con los Cinco Ritos Tibetanos, es conveniente dedicar un momento del día exclusivamente a su práctica.

Una característica notable de los Cinco Ritos Tibetanos es que sólo es necesario realizar 21 repeticiones diarias de cada uno de ellos para obtener todos sus beneficios.

Una persona en buenas condiciones físicas puede realizarlas en diez minutos o incluso en menos tiempo. Esto los convierte en una opción ideal para nuestra época, en la que el tiempo es un lujo cada vez más escaso.
 
 

Es importante que realices su práctica en una habitación bien ventilada.

Siempre es mejor usar una manta, una esterilla o una colchoneta en lugar de practicar sobre una superficie dura.

Al igual que con cualquier otro ejercicio físico, es necesario no haber ingerido alimentos al menos tres horas antes.

    Recomendaciones:

No trates de realizar las 21 repeticiones desde el principio si tu condición física es débil, padeces del corazón o si hace mucho tiempo que no practicas ningún ejercicio físico.

Empieza con tres repeticiones para cada rito y aumenta una o dos repeticiones cada semana, siempre y cuando tu condición física lo tolere.

Escucha tu cuerpo  mientras realizas los Cinco Ritos. Si sientes algún tipo de dolor o malestar, suspende de inmediato la práctica y observa si estás excediéndote.

Es recomendable que realices lentamente los movimientos, sobre todo al principio.

Cuida la posición de tu columna vertebral y préstale especial atención si padeces dolores en cuello o en la cintura.

Como en todo ejercicio físico, y especialmente en los de elevación de tronco, conviene controlar las presiones intraabdominales para evitar daños en el suelo pélvico y faja abdominal (distensión abdominal, hernias,  descenso de órganos).  Para ello alarga la columna continuamente imaginándote un hilo que tira de la coronilla y separa la pelvis de la caja torácica y de la cabeza expandiendo la columna en todo momento.

Rito número 1: Energía (Estoy lleno de energía) 

El primer rito trabaja todos los Chakras, armonizándolos. Distribuye energía al sistema endocrino y en consecuencia a todos los órganos y procesos del cuerpo. Es el rito clave para resetear el funcionamiento óptimo del cuerpo.

1.   Ponte en pie y extiende los brazos a los lados. Tus dedos deben estar juntos y las palmas de las manos paralelas al suelo.

2.   Comienza a girar hacia la derecha en esta posición, como si tu cuerpo fuese la hélice de un avión.

3.   Al terminar de girar, pon las manos en las caderas, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, colocando los labios en círculo, como para pronunciar la letra “o”.
 Repítelo 3 veces.
 
 
Nota:

Es muy importante que sea de izquierda a derecha (como las manecillas de un reloj).

Para disminuir la sensación de mareo, se puede hacer lo que hacen los bailarines y patinadores artísticos. Antes de comenzar a hacer los giros fija la vista en un punto ubicado directamente frente a ti. Cuando comiences a ejecutar los giros, continúa con la vista fija en ese punto mientras sea posible.

Es normal que las primeras veces uno se sienta mareado al dar vueltas sobre sí mismo. Por tanto es bueno empezar poco a poco, no hacer los giros de manera violenta y tratar de mirar un punto fijo como hacen las bailarinas.
 
 Rito número 2: Aire (Mi mente está clara y tranquila)

El rito número dos trabaja principalmente el Chakra del plexo solar, situado en la región abdominal. Este Chakra es el centro de la vitalidad y el vigor. También regula el funcionamiento del páncreas y los órganos digestivos. Este rito también fortalece los músculos abdominales y actúa como una fuente constante de vitalidad.

1.   Acuéstate boca arriba con las piernas completamente extendidas y juntas y las puntas de los pies apuntando hacia arriba. Coloca los brazos a lo largo del cuerpo, con las palmas de las manos apoyadas sobre el suelo.

2.   Inhalando, levanta la cabeza y aprieta la barbilla contra el pecho. Una vez hecho esto, levanta las piernas con las rodillas estiradas hasta colocarlas en posición vertical. De ser posible, deja que las piernas se entiendan sobre tu cuerpo, hacia la cabeza, pero no permitas que se te encorven las rodillas.

3.   Exhalando, baja lentamente la cabeza y las piernas, sin doblar las rodillas, hasta tocar el suelo. Deja que todos los músculos se relajen, y luego repite el rito.

4.   Al terminar de girar, pon las manos en las caderas, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, colocando los labios en círculo, como para pronunciar la letra “o”.

 Repítelo 3 veces.
 
 
Recuerda: aspira profundamente mientras levantas las piernas y la cabeza; expira todo el aire mientras las bajas. Entre una y otra repetición, mientras dejas que se relajen los músculos, continúa con el mismo ritmo de respiración. Mientras más profundamente respires, mejor.

Nota:

Importante: levantar la barbilla hasta tocar el pecho antes de flexionar las piernas. De no ser así puede provocar tensiones en la espalda baja y en el cuello.

Las piernas han de estar rectas, no doblar las rodillas. Si no puedes, entonces deja que se encorven como sea posible e intentar estirarlas más cada día.

No hace falta llegar tan atrás con las piernas, mientras se levantan hasta unos 90º está perfecto.

Muy importante controlar las presiones intraabdominales en este Rito.  Para ello alarga la columna continuamente imaginándote un hilo que tira de la coronilla y separa la pelvis de la caja torácica y de la cabeza expandiendo la columna en todo momento.

Rito número 3: Agua (Soy flexible y receptivo/a)

Este rito energiza el Chakra de la garganta, activando las glándulas pituitaria y tiroides. La armonización de estas dos glándulas regula el metabolismo, controla el balance de agua en el cuerpo gracias al control de la absorción de líquidos por parte de los riñones y optimiza el funcionamiento de los órganos sexuales. En el lado emocional nos llena de sentimientos de felicidad inagotable y libertad, aliviando la ansiedad y los miedos ocultos. Este rito también fortalece la columna y nos hace más flexibles.

1.   Arrodíllate con los dedos de los pies flexionados hacia delante. Separa las rodillas a la anchura de las caderas. Coloca las manos sobre los muslos, justo debajo de los glúteos. Cuida que tu columna vertebral permanezca recta. Inclina la cabeza hacia delante y apoya la barbilla sobre el pecho.

2.   Inhala y lleva la cabeza hacia atrás, al tiempo que doblas la espalda. Dóblala tanto como te sea posible, pero sin excederte, apoyando el peso de tu cuerpo en las manos.

3.   Exhala mientras regresas a la posición inicial.

4.   Al terminar de girar, pon las manos en las caderas, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, colocando los labios en círculo, como para pronunciar la letra “o”.
Repítelo 3 veces.

 


Nota:

No exageres la curvatura de las espalda, sobre todo si no acostumbras a hacerlo, con un mínimo de curvatura en el ejercicio ya se está haciendo el trabajo necesario. Imagina que las vértebras se quieren separar unas de otras en todo momento, alargando la columna mientras realizas el ejercicio.

Rito número 4: Tierra (Soy fuerte y equilibrado/a)

El cuarto rito trabaja el Chakra asociado con los órganos reproductivos. Activa la región baja abdominal así como el área pélvica, despertando nuestra energía sexual y nuestro estado general de placer. También fortalece la espalda baja. Cuando este Chakra está armonizado provoca claridad y desarrolla una personalidad fuerte. Este rito también ayuda a suprimir aspectos negativos que podrían entorpecer el desarrollo emocional.

1.   Siéntate con la columna recta y las piernas extendidas hacia el frente. Coloca las palmas de las manos en el suelo, justo a ambos lados de tus caderas (es muy importante que las manos se encuentren exactamente en esta posición). Inclina la cabeza de manera que tu barbilla se apoye sobre el pecho.

2.   Lleva la cabeza hacia atrás. Inhala, levanta la cadera y dobla las rodillas de forma que las plantas de tus pies queden completamente apoyadas en el suelo. La columna vertebral deberá quedar paralela al suelo y los brazos y piernas deberán estar perpendiculares.

3.   Exhala mientras regresas a la postura inicial.

4.   Al terminar de girar, pon las manos en las caderas, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, colocando los labios en círculo, como para pronunciar la letra “o”.
Repítelo 3 veces.

 

 Nota:

Los pies y las manos deben permanecer exactamente en el mismo sitio durante todo el ejercicio. También es importante no doblar los codos.

Rito número 5: Fuego (Yo soy positivo/a)

Este rito es un tónico general. Estira los hombros, piernas, columna y todo el cuerpo. Fortalece todo el cuerpo con especial atención a los brazos, piernas y pies. También alivia la fatiga y rejuvenece el cuerpo mientras que mejora el sistema inmune, la digestión y la circulación. Calma la mente y levanta el espíritu.

   1.   Acuéstate boca abajo y coloca los pies y las manos en el suelo. Apóyate sobre las palmas de las manos y sobre los dedos de los pies, que deberán estar flexionados hacia delante. Pon la cabeza hacia atrás y estira los brazos, de tal forma que tu torso quede levantado del suelo. Los brazos y las piernas han de estar separados a 60 cm.

      2.   Inhala y levanta la cadera al tiempo que bajas la cabeza y colocas la barbilla en el pecho. Tu cuerpo deberá adoptar la forma de una “V” invertida.

3.   Exhala y vuelve a la postura inicial. Es importante que los brazos y las piernas permanezcan rectos durante todo el ejercicio y que ninguna parte de tu cuerpo, salvo las palmas de las manos y los dedos de los pies, entre en contacto con el suelo.

4.   Al terminar las 21 repeticiones, de pie, pon las manos en las caderas, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, colocando los labios en círculo, como para pronunciar la letra “o”.

 Repítelo 3 veces.

 

Nota:

Si bien la practicante pone la planta del pie totalmente en el suelo puede que a los que empezamos eso nos produzca molestias. No hay nada de malo en realizar el ejercicio sobre las puntillas.
 
 
Cómo empezar y progresar en los ritos

Lo mejor es empezar con 3 repeticiones de cada ejercicio e incrementar cada semana el número en 2 hasta llegar al máximo de 21 en 10 semanas:

Semana 1: 3 repeticiones

Semana 2: 5 repeticiones.

Semana 3: 7 repeticiones.

Semana 4: 9 repeticiones.

Semana 5: 11 repeticiones.

Semana 6: 13 repeticiones.

Semana 7: 15 repeticiones.

Semana 8: 17 repeticiones.

Semana 9: 19 repeticiones.

Semana 10: 21 repeticiones.
 
Información extraida de diferentes fuentes de Internet.

 

 

 

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