"Aquellos que viven atentos al instante presente podrán ser conscientes de la realidad y no morirán nunca; por el contrarío, aquellos que no viven atentos a lo que aparece y desaparece aquí y ahora, es como si ya estuvieran muertos"
Buda Shakyamuni



Actividades periódicas: Charlas informativas - Intercambio de Reiki - Círculos de energía - Meditaciones guiadas, concierto de cuencos tibetanos, taller de tambor chamánico, etc.



128-EL JARDIN


 
METÁFORA DEL JARDÍN
La metáfora del jardín
Imagina que tienes un jardín y que eres el único responsable de cuidarlo.
Eres el jardinero del jardín. Las plantas simbolizan lo que tienes en la vida. Si observas podrás ver las plantas que tienes: del trabajo, de la familia, de los amigos, de las aficiones, de tu cuerpo… Ante la visión de tu jardín puedes empezar a plantearte muchas preguntas:
¿Todas las plantas están igualmente cuidadas? ¿Cuáles están más mustias y necesitan más mi atención? ¿El número de plantas de nuestro jardín es el adecuado? Si tengo demasiadas plantas quizá será imposible dedicarles el tiempo que necesitan, y si dispongo de pocas, y por inclemencias del tiempo se marchitan algunas, me quedaré con un jardín muy pobre.
Además de plantas, en el jardín también se encuentran algunas semillas que he plantado. Son mis objetivos. ¿Por qué he elegido estas semillas y no otras? Probablemente se deba a que quiero tener un jardín como el del vecino, quizá porque me lo han sugerido con demasiado énfasis las personas que me rodean, o tal vez porque realmente deseo las plantas que brotarán de ellas. ¿Cuál es mi caso?
El crecimiento de las plantas requiere su tiempo. Muchos jardineros se impacientan, empiezan a plantar más semillas para comprobar si, al contrario de las ya sembradas, de ellas brotan plantas con más rapidez. Sin embargo, las semillas recién plantadas, como todas, requieren su tiempo para convertirse en plantas frondosas.
Con su estrategia, fruto de la impaciencia, acaban con un jardín donde han sembrado muchas semillas, pero de las que no han obtenido ninguna planta porque no las han cuidado con paciencia. ¿Eres un jardinero paciente?
Muchos jardineros, cuando plantan una semilla se imaginan todos los detalles de la planta que crecerá. Y cuando observan que la forma o el color de las flores o el número de hojas no son exactamente como habían previsto, empiezan a creer que han escogido la planta equivocada o que quizá no hayan realizado de forma correcta su labor. Otros, en cambio, observan sus plantas y aprecian y disfrutan de esas pequeñas sorpresas de la naturaleza. ¿Nos desespera lo que no se ajusta a nuestras expectativas?
En mi jardín también habitan malas hierbas. Éstas simbolizan mis miedos, inseguridades, dudas, los complejos… Hay jardineros que se dedican todo el tiempo a intentar arrancar malas hierbas y descuidan el resto de sus plantas. Cuanto más se dedican a arrancarlas, peor está el resto de sus plantas. Todos los jardines tienen malas hierbas. Si no fuera así, sería tan artificial que se vería irreal. ¿Dedicamos más tiempo obsesionados con las malas hierbas o a regar nuestras plantas?”.
 
Puede que esta lectura lleve a profundizar sobre lo que queremos en la vida, pero si esas reflexiones no se traducen en conductas, ¿para qué sirven?
 

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