PÉNDULO HEBREO

 

PÉNDULO HEBREO



 

El péndulo hebreo es el péndulo de la sanación, funciona a través de la vibración de las letras hebreas y se utiliza como una técnica de desbloqueo, armonización y sanación holística.

El origen del péndulo hebreo es incierto, no podemos afirmar con seguridad por quien fue ideado, algunas informaciones sostienen que proceden de antiguos cabalistas, otros dicen que fue Pierre Gelly su creador o re-descubridor.

El péndulo hebreo contiene proporción áurea, es un cilindro de 3 cm. de diámetro por 5 cm. de altura, de madera de haya, nogal o roble  (maderas semi duras tirando a blandas). En una de las bases tiene dos ranuras a 1 cm de separación, atravesado por un cordón de algodón para poder orientarlo según sea necesario.

A parte del péndulo de madera, trabajamos con las etiquetas escritas en hebreo. El idioma hebreo es un idioma auténtico, por lo que sus caracteres de escritura son creadores, es decir, crean lo que expresan. Este es el motivo por el que se trabaja utilizando etiquetas con los nombres sagrados en hebreo.

El péndulo hebreo, a través de la radiestesia, nos permite captar diferentes frecuencias dañinas hacia nosotros, como campos electromagnéticos deteriorados, y diferentes tipos de agresiones psico-energéticas, como magias, miasmas (psicótico, luético), percibir fisuras en el aura y repararlas, a la vez que trabaja sobre la parte energética de la persona, ayudándole a sanar de una forma armónica.

El péndulo hebreo permite realizar sanación a distancia, con un porcentaje muy alto de efectividad, permite testar si el paciente está afectado por alguna geopatía, eliminar la geopatología y restaurar la energía.

Con el péndulo hebreo, también se realiza autotratamiento de sanación.

La armonización de espacios es otra de las ventajas que podemos tener con el péndulo hebreo. Podemos armonizar y neutralizar energías y, hacer vibrar energías de alta frecuencia en cualquier espacio.

 ¿Cómo funciona?

El movimiento giratorio del péndulo hebreo irradia la energía de la palabra, y cuando se mueve la energía se crea un efecto, gracias a la frecuencia Fibonacci, principio de la perfección en la creación.
Funciona en base a la más atractiva ley del universo: lo semejante atrae a lo semejante, a lo que añadiremos, si sólo y exclusivamente vibras con ello.

Nos polarizamos con la vibración de cada palabra para que manifieste la misma onda de frecuencia, proporcionando circunstancias, condiciones, experiencias, personas y toda suerte de elementos que se corresponden con esa vibración. Las letras hebreas, funcionan como un diapasón.