SOY ESPEJO HUMEANTE
"Hace tres mil años había un ser
humano, igual que tú y que yo, que vivía cerca de una ciudad rodeada de
montañas.
Un día mientras dormía en una cueva, soñó
que veía su propio cuerpo durmiendo. Salió de la cueva a una noche de luna llena
y... algo sucedió en su interior que transformó su vida para siempre, se miró
las manos, sintió su cuerpo y oyó su propia voz que decía: "estoy hecho de
luz, estoy hecho de estrellas"... miró al cielo y se dio cuenta de que no
son las estrellas las que crean la luz, sino que es la luz la que crea a las
estrellas.
Descubrió que todo lo que existe es una
manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todas las cosas son Dios.
Que la percepción humana es sólo luz que percibe luz.
Llamó a las estrellas el tonal y a la luz entre ellas el nagual y supo que lo que creaba la
armonía y el espacio entre ambos es la vida o intento.
Supo que todos somos iguales, imágenes de
luz, somos Dios. Que cada uno es un espejo para los demás, un espejo en el que
podía verse a sí mismo, "cada uno es un espejo"... pero que entre
ellos había un muro de niebla o humo constituido por la interpretación de las
imágenes de luz: el Sueño de los seres humanos.
... así que decidió llamarse a sí mismo
Espejo Humeante para recordar siempre que la materia es un espejo y que el humo
que hay en medio es lo que nos impide saber qué somos...
Y dijo:
"Soy Espejo Humeante porque me veo en
todos vosotros, pero no nos reconocemos mutuamente por el humo que hay entre
nosotros.
Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú,
el soñador."
No hay comentarios:
Publicar un comentario