"Aquellos que viven atentos al instante presente podrán ser conscientes de la realidad y no morirán nunca; por el contrarío, aquellos que no viven atentos a lo que aparece y desaparece aquí y ahora, es como si ya estuvieran muertos"
Buda Shakyamuni



Actividades periódicas: Charlas informativas - Intercambio de Reiki - Círculos de energía - Meditaciones guiadas, concierto de cuencos tibetanos, taller de tambor chamánico, etc.



KATSUGEN UNDO y YUKI


KATSUGEN UNDO y YUKI: Movimiento espontáneo, reajuste y revitalización de cuerpo y mente.

KATSUGEN UNDO

Ejercicio con el que conectamos con nuestro eje y los automatismos de la coordinación cráneo-vértebras-pelvis (CVP). En este automatismo se va creando un diálogo entre la parte que quiere mover y la parte espontánea. Se puede dar un movimiento unas veces más dinámico y otras más estático. Se pueden realizar algunos ejercicios introductorios y después simplemente vamos dejando que le cuerpo se coloque, se mueva en alguna dirección, en algún sentido... Poco a poco el movimiento se va haciendo espontáneo (consciente y autónomo a la vez), va surgiendo algún ritmo y automatismo, con el tiempo y muchas veces a posteriori, tomamos consciencia de nuestros bloqueos y de cómo hace el cuerpo para resolverlos. El ejercicio es como una interiorización donde la atención se dirige al deseo de moverse, esta concentración nos lleva a un estado interior donde pensamientos, imágenes, aquello que nos decimos etc… van remitiendo y se va aclarando la mente, cada vez el movimiento es más natural, dando lugar a poder expresar y manifestar la vida. El movimiento de las células-tejidos de esas zonas de bloqueo genera distintos fenómenos de limpieza del organismo que nos permiten eliminar las sustancias tóxicas que se habían acumulado. Los órganos internos van realizando mejor su función y la psique recupera su sensibilidad y flexibilidad natural. En esta progresiva coordinación de las diferentes partes de la CVP, nos damos cuenta de cómo se van relajando unas zonas que estaban excesivamente tensas y se activan otras, debilitadas. Recuperamos flexibilidad, movimiento y coordinación interna deteriorada por las diferentes circunstancias de nuestra vida, a medida que vamos practicando vamos viviendo de una manera más armónica y conforme a nuestra propia naturaleza, la percepción de la realidad se amplia y también la relación con el medio, con nosotros mismos y las demás personas.
 



 

YUKI

Yuki es una terapia milenaria utilizada en Japón por los sacerdotes sintoístas. Las primeras anécdotas de las que se tiene conocimiento datan de siglo VII. Estos sacerdotes, quienes en realidad, eran los chamanes del antiguo Japón, utilizaban esta terapia de imposición de manos para devolver un estado de relajación o normalidad a la zona que provocaba el dolor al paciente.
El Yuki se basa en la transferencia de energía vital o “Ki” de una persona a otra, siendo esta última la que conecta o enlaza con el campo energético del terapeuta. Para que la terapia tenga éxito, es necesario que el paciente crea en el terapeuta, es decir que confíe en él, que se “abra” al terapeuta.
El terapeuta de Yuki tiene un exceso de energía vital, es por eso que de forma natural la vierte hacia el paciente que es el recipiente donde el terapeuta vierte la misma.
Esta energía es eso, solo energía, llega al paciente carente de emociones, carente de vibraciones extrañas a él ya que proviene de una fuente natural que es el cuerpo humano.
Es el terapeuta quien consigue adecuar la energía a su cuerpo para luego ofrecerla, esto ocurre de forma natural sin la voluntad del terapeuta.
Es diferente a Reiki, pero también forma parte del grupo de las terapias energéticas. En Reiki se canaliza energía universal que es la que se transmite al paciente,somos un mero canal y no hay voluntad ni pensamiento alguno del problema que tiene el paciente, “hueco como caña de bambú”.
A diferencia, el Yuki sí que lo hace con voluntad, es más, en todo momento hay una conexión mental con el problema del paciente. Por otra parte, no se baja energía universal, sino que la produce en su cuerpo de forma constante.
En Yuki se entra en contacto con el paciente en la zona afectada y eso facilita la cesión de energía, a la vez que el terapeuta puede “sentir” al paciente.
La preparación del terapeuta es fundamental en este tipo de terapia. No hay que convertirse al sintoísmo u ordenarse monje, pero es fundamental llevar una vida sana y practicar meditación.
 
El Yuki bien aplicado, tiene unos resultados sorprendentes y maravillosos, además de ser una terapia relativamente rápida.

Esta terapia es idónea para el tratamiento de cualquier enfermedad física o psíquica, para dolores articulares, musculares, menstruales, craneales, etc. Está recomendada para ambos sexos, niños, adultos, embarazadas, ancianos (especialmente aquellos con dolores de origen nervioso), etc.




 

LA PRÁCTICA
 
Inicia la sesión con la relajación del plexo solar. Al Katsugen se le denomina también “La Escuela de la Respiración”, sin embargo, aquí para nada se enseña a respirar. La respiración profunda no es una cuestión de técnica, con la técnica la fuerzas. Por ello, para de una forma natural poder profundizar la respiración, es preciso relajar el plexo solar ó diafragma. Cuando este se haya tenso es imposible que la respiración penetre hasta el abdomen, por consiguiente has de ayudar a que el plexo solar se relaje y lo haces de la siguiente forma:
 
Apoya las yemas de los dedos en la zona comprendida en el triangulo que forma la base de las costillas (Diafragma), inclinando la cabeza hacia atrás, inspira profundamente y con la boca abierta haz una flexión hacia delante hasta tocar el suelo con la cabeza, al tiempo que expulsas todo el aire y presionas suavemente con los dedos la zona antes indicada.
 
Cuando ya no queda ni siquiera los restos de aire dentro, te incorporas inspirando de nuevo profundamente y relajando la presión de los dedos. Esta operación se repetirá tres veces, sin prisa y con mucha profundidad.
 
Cadena de Reactivación. Mantén una postura cómoda, no es preciso estar de rodillas a la japonesa. Con las palmas de las manos mirando hacia arriba, sujeta la muñeca situando el pulgar en la base de la palma (mas o menos donde se halla el pulso). Los ojos cerrados que no deben abrirse en toda la sesión, inicia una cuenta de tres y al final inspira muy profundamente; luego el ritmo respiratorio será normal sin forzarlo. Para finalizar, se efectúa la misma operación “INSPIRAAAAAR”, “UN……, DOS……, TRES”. Ahora ya se puede soltar la mano.
 
Respiración por las manos. Sentado, coloca las manos como en posición de rezar, a la altura de la nariz y separados unos milímetros. Visualiza la respiración que penetra por la punta de los dedos y la expiración por las palmas de las manos. Esto es para sensibilizar las manos a la hora del YUKI. Las manos empiezan a calentarse y se puede llegar a sentir hormigueo en ellas, también puede ocurrir que sientas como se juntan, debes dejar hacer y juntarlas o en otros casos como si existiera un campo magnético entre ellas y se repelieran.
 
Ahora YUKI. Saluda a la persona que debes hacer Yuki, arrodillado frente a él o ella, a la japonesa. Colócate por el lado izquierdo y sitúa la mano derecha en la nuca (Occipucio) y la izquierda delante de los ojos. Así colocado respira a través de las manos. Esto es YUKI. La acción de este, relajara la zona cervical y a menos que él se contraiga esta relajación provocara que se tienda en el suelo. Una vez tumbado, bien boca arriba o boca abajo, sitúa las manos sobre su espalda o pecho.
 
NO MANIPULAR, NO HACER PRESIÓN, simple y únicamente dejar que las manos se posen donde ellas deseen: sea el lugar que sea; sin intenciones ni ánimo de ningún tipo. Con la mente en estado Tenshin, déjate llevar.
Es imprescindible estar cómoda toda la sesión, adopta las posturas que más nos convengan y si en un momento dado se ha de dejar de hacer YUKI, se deja; es mejor a estar incómodo.
 
Segundos puntos en la cabeza. Estos se hayan situados en el ángulo que forman los ojos con las orejas. Palpando suavemente en la mayoría de los casos se puede notar como dos hendiduras. Sitúa los dedos pulgares sobre ellos y la yema de los otros dedos en las sienes. Como al principio de la sesión se iniciara “INSPIRAR……”, “UN……..DOS……TRES”, se repetirá la inspiración profunda y en la expiración, se apoya suavemente la yema de los pulgares en dichos puntos. ¡¡ SUAVEMENTE¡¡ sin apretar.
 
Al cabo de un tiempo “RELAJAR” y se suelta la suave presión que ejerces y repites esto tres veces, al final de las cuales pasa al movimiento inducido.
Los segundos puntos en la cabeza tienen por objeto la relajación de la actividad mental. El cerebro es la única parte del cuerpo que jamás descansa y siempre está en actividad, incluso en el sueño. Con este ejercicio ayudas a la relajación de esta zona.
Mantener la mente en blanco, en contra de lo que se cree, no significa no pensar en nada, ya que es esta una misión imposible. Mientras lo intentas ya estas pensando en ello. Mantener la mente en blanco es sólo no entretener demasiado tiempo un mismo pensamiento, debes dejar que estos fluyan por la mente, sin que ninguno en particular nos entretenga.
 
A continuación, después de las tres veces que apoyas los dedos en los segundos puntos, pasas a la espalda de la otra persona. Te sitúas detrás y sin intentar dirigir su movimiento, apoyas  la mano derecha en la columna vertebral y la izquierda en la cintura. Si este surge, no debes entorpecerlo con tus manos y si es necesario las retiras y no tocas su espalda; se puede seguir a distancia.
Para finalizar, haz la “TRANSPIRACIÓN” y después de ella debes estirarte en el suelo donde permaneces cinco o seis minutos desperezándote.
 
La transpiración se ejecuta de la siguiente forma: Sentado de rodillas, coloca los pulgares dentro de las manos, súbelas lentamente, inspirando profundamente. Una vez arriba, las bajas tirando de los codos hacia atrás y concentrando toda la respiración en el abdomen. Se dejan bajar suavemente mientras vacías todo el aire muy despacio como si fuera un balón que se deshincha. La nuca deberá ir atrás. Esta operación se realiza tres veces, después te tumbas y puedes abrir los ojos despacio, primero el izquierdo y luego el derecho.
Saluda a tu compañero/a para finalizar la terapia.
 
El aprendizaje de la técnica no comienza en la imposición de las manos sino en la vida cotidiana misma.
El ritmo entre aplicación y pausa, el espacio en blanco, no son creados ni por los dedos ni por los conceptos, y son imposibles de conseguir mediante el esfuerzo o la inventiva. Tan sólo nacen y se establecen a través de la vida cotidiana. Por ello, afirmo que la técnica no surge de los dedos, sino de la vida. (H.N.)


EL MAESTRO – HARUCHITA NOGUCHI
 
Nació en Japón a principio de siglo, fue afectado a muy corta edad por la polio, a consecuencia de la cual, perdió prácticamente la capacidad de hablar. Anomalía esta, que logro corregir con la práctica del Katsugen – Undo.
Cuando contaba escasamente diez años, una epidemia azoto Japón y murió mucha gente. Una vecina suya a la cual profesaba un gran aprecio, resulto afectada. Viendo lo que sufría y en un afán de ayudarla, coloco sus manos sobre ella y está sano.
La noticia corrió como la pólvora y empezaron a acudir personas de todos los lugares a ver el niño prodigio. Como fuera que todos los que acudían se curaban, empezó a preguntarse a que se debía aquel fenómeno y lejos de creerse un ser dotado de poderes sobrenaturales, se inicio en el estudio de todo lo que estaba ocurriendo.
Estudio y profundizo en todos los sistemas y métodos que estuvieron a su alcance, desde acupuntura hasta doctorarse en medicina.
Fundó la sociedad SEITAI, hoy en día dirigida por sus hijos, en especial por el segundo Hiroyuki Noguchi. Esta sociedad engloba todos los estudios y conocimientos del Maestro, donde el Katsugen-Undo y el YUKI, son uno más de ellos.
A los dieciséis años impartía sus enseñanzas a eminentes doctores y personalidades de Japón. Conoció y fue amigo de Alexis Carrel, premio Nobel de medicina, el cual compartió sus conocimientos y escribió un libro basado en ellos. “El Hombre ese Desconocido”.
Entre sus estudios son muy importantes El Taiheki y El Seitai, los cuales forman la parte científica y cuyo tiempo de aprendizaje se estima en más de veinte años.
Fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Medicina de Japón y a su muerte, se dijo que iba cien años por delante de la medicina.




Tenshin “EL CORAZON DEL CIELO PURO”

EL MOVIMIENTO ES COMO UNA ESPECIE DE RECOGIMEINTO EN BUSCA DE LA ARMONIA INTERIOR Y NO LA EJECUCION DE UNA TECNICA.

NO HAY QUE PEDIR NADA,

HAY QUE ESPERAR QUE LA ARMONIA SE REVELE POR SI MISMA

DE MODO COMPLETAMENTE NATURAL,

ES PRECISO DESPOJARSE DE TODA TECNICA,

DE TODA BUSQUEDA DE PODERES,

DE EFICACIA, CODICIA, LUCHA O DE SEDUCCIÓN.

PRACTICAD CON EL CORAZÓN DEL CIELO PURO.

 
(Haruchika Noguchi)
 
EL PULSO DE LA VIDA

CADA VEZ QUE LATE EL PULSO DE LA VIDA,

 CADA VEZ DENTRO DE MI VIENE EL ALIENTO DELA NATURALEZA.

ASÍ, EN CADA INSPIRACIÓN, CADA EXHALACIÓN,

EN CADA RESPIRACIÓN,

ME VUELVO NUEVO Y FRESCO, LLENO DE KI.

 MIENTRAS DURA LA VIDA,

INCESANTE RESPIRA EL ALIENTO,

ESA BENDICIÓN DE LA NATURALEZA.

 Y, YO, INFINITAMENTE NACIENTE.

 ALEGRÍA!


No hay comentarios: