Sigue la meditación con "mente de principiante" sin esperar nada de ella, sin ninguna expectativa y verás que las cosas se irán dando sin que tú te des cuenta.
La conexión con la vida será distinta, algunas cosas que antes tenían importancia ahora no la tendrán, los acontecimientos diarios los percibirás de otra manera, volarás por encima de las situaciones y verás la verdadera naturaleza de las cosas y de los hechos, podrás solucionarlas sencillamente. Sin quererlo el prójimo empezará a tener importancia, las situaciones serán simplemente lecciones en las que podrás aprender y progresar, las relaciones sociales empezaran a realizarse de una forma más relajada y la comunicación con el mundo se verá incrementada.
LOS DOS TIPOS DE MEDITACIÓN
Las diversas prácticas meditativas que ha elaborado el ser humano a lo largo de la historia pueden agruparse en dos grandes grupos o especies: la meditación concentrativa y la meditación contemplativa. Es común también que a la meditación concentrativa se la llame Shamatha y a la meditación contemplativa se la denomine Vipassana.
Meditación concentrativa:
Conduce a un estado de concentración lineal donde se limita el campo de operación.
Se alcanzan resultados limitados e incompletos.
Meditación contemplativa:
Conduce a un estado de contemplación donde el campo de atención se expande.
Se alcanzan los mejores y más significativos resultados.
Comparación de los dos modos de meditación
Meditación concentrativa, calma interior ( Shamatha ):
La atención según el vaivén de la respiración.
La concentración en un objeto.
Superar los obstáculos.
El desarrollo de la calma interior.
Conduce a un estado de concentración lineal donde se limita el campo de operación. Se alcanzan resultados limitados e incompletos.
Comprender mejor la realidad.
Controlar los pensamientos y las emociones.
En busca del ego.
Meditación sobre la naturaleza del espíritu.
Conduce a un estado de contemplación donde el campo de atención se expande. Se alcanzan los mejores y más significativos resultados.
POSIBLES MALOS ENTENDIDOS DE LA MEDITACIÓN
Hay varios posibles malos entendidos de lo que es la meditación: uno de ellos es pensar que la meditación es tan solo un tipo de relajación. Otro puede ser que la meditación es un estado de trance. Por otro lado a veces se piensa que la meditación es un agradable viaje lejos de la realidad o que la meditación es una forma de auto hipnosis, incluso se afirma que la meditación es poner la mente en blanco.
Es cierto que la meditación es un antídoto poderoso contra la tensión, pero este beneficio es secundario y no su objetivo principal. La meditación así mismo no es un trance ni un estado hipnótico en el que se pone la mente en blanco. La meditación es una forma de conciencia más amplia en la que se eleva a nuevas alturas y no una forma de reducirla a un estado semiconsciente.
Otro error común acerca de la meditación es identificarla como una técnica en particular. Obviamente el igualar cualquiera de esas técnicas de meditación con la meditación en su totalidad significa adoptar un criterio restrictivo. La meditación es esencialmente un estado de ser, o más bien varios estados de ser y conciencia relacionados. No hay una forma de lograr este estado que sea la “correcta”. Aunque algunas técnicas de meditación resultan muy eficaces para ciertas personas, en ciertos niveles de su desarrollo, no se debería de identificar a la meditación con ninguna de estas específicas técnicas.
Las muchas técnicas de meditación budista pueden dividirse en dos grupos principales dentro de su propósito progresivo. Estas son las técnicas que se agrupan con el término Shamatha, una palabra sánscrita que aproximadamente significa ‘paz’ o ‘tranquilidad’, y las técnicas que se agrupan con el término Vipassana o técnicas para alcanzar ‘visión clara’, ‘percatación’ o ‘discernimiento’.
La meditación Shamatha calma la mente y orienta el sentido de la conciencia, fomenta las emociones positivas y expande nuestra perspectiva. Esta forma de meditación es una preparación esencial para las técnicas Vipassana o de visión clara, que son más avanzadas; sin esta base Shamatha es muy poco probable que surja la visión clara; que es el objetivo de la meditación Vipassana.
Nuestro estado mental normal se encuentra dividido y a veces muy poco concentrado, afectado por emociones negativas y limitado por sus puntos de vista; por lo tanto en este estado no es posible percibir las cosas como realmente son.
Nuestro nivel de conciencia normal puede compararse con una mala linterna, que produce una luz difusa al tener las pilas gastadas. Por lo tanto no nos sirve para alumbrar en la oscuridad. El objetivo de la meditación Shamatha podría verse como el concentrar la luz y recargar las pilas, de tal manera que podamos ver claramente. O, si usamos una analogía budista más tradicional: nuestro estado mental normal podría compararse con agua turbulenta y llena de lodo, tan contaminada por la suciedad que no deja pasar la luz. La meditación Shamatha calma la turbulencia de la mente y permite que se asiente el lodo, de tal forma que el agua alcance transparencia, brillantez y claridad.
La mayoría de las técnicas de meditación Shamatha utilizan un objeto de concentración, que puede ser el proceso de la respiración, un disco de color, la llama de una vela, incluso un mantra o una emoción positiva tal como el amor Universal. De todos éstos diferentes objetos probablemente el que más se usa es la respiración. Esta práctica, generalmente conocida como “el seguimiento de la respiración”, es descrita por el Buda con detalle en los escritos tempranos y se usa, con variaciones, en la mayoría de las escuelas budistas. Otra práctica de meditación Shamatha es el “desarrollo del amor Universal”, en la que el meditador o meditadora genera un poderoso sentimiento de amor Universal hacia sí mismo/a y hacia otro/as, usando este sentimiento como el objeto de concentración. Estas dos técnicas de meditación nos proporcionan una forma directa de trabajar en nuestra persona y de cultivar dos cualidades de central importancia para el desarrollo meditacional: la concentración y la sensitividad.
EL SEGUIMIENTO DE LA RESPIRACIÓN
El seguimiento de la respiración permite desarrollar un nivel de concentración que raramente se experimenta en nuestra vida normal; para mucho/as después de hacer esta meditación es una revelación sentirse tan conscientes. La conciencia que se desarrolla en la meditación empieza a tener un efecto en tu estado mental de todos los días, dando más claridad y más espacio en tu vida, con una nueva libertad para actuar de una forma más creativa.
LA MEDITACIÓN VIPASSANA
Para la mayoría de la gente el fruto inmediato de la práctica budista es un estado de mayor calma, positividad y conciencia, junto con una sensación de crecimiento, plenitud y satisfacción. Sin embargo todas estas cualidades, por positivas que sean, no son todo el objetivo de la meditación. Son cualidades deseables pero sujetas al cambio. Incluso el ser humano más sano/a puede verse afectado/a por el cambio cuando este sucede con la adversidad, la enfermedad, vejez o muerte. En estas situaciones necesitamos ser algo más que seres humanos saludables.
Los budistas usan prácticas de meditación Vipassana como métodos para fomentar la visión clara. Existe un gran número de prácticas Vipassana; quizás la mayoría de las muchas técnicas de meditación budista son de esta clase, todas cuentan con ciertas características comunes. Todos los métodos Vipassana deben practicarse por meditadores experimentados. El primer estadio común en las meditaciones Vipassana consiste en el establecimiento de una calidad meditativa firme usando alguna de las practicas Shamatha. Una vez que se ha establecido esta calidad meditativa, la persona tiene que dejar que su atención se centre en algo que represente o simbolice algún aspecto de la realidad última; esta representación puede darse por medio de palabras o de una imagen visual. Dejamos que este “símbolo” impregne la conciencia serena y concentrada del meditador, de tal forma que pueda llevar a una visión clara y genuina de la verdad que representa. Otra forma de llegar a Vipassana es cuando una vez que se establece el estado meditativo, la persona puede concentrarse en la naturaleza misma de la mente, o puede volverse intensamente consciente de su experiencia de cada instante, con el objetivo de alcanzar una visión clara de la naturaleza de la realidad que se está experimentando.
Se ha observado que la visión clara, dentro del contexto budista, no se refiere únicamente a una comprensión intelectual. Es importante que esto quede claro. Nuestra mente racional ocupa tan solo una pequeña parte de nuestra psique. Un entendimiento intelectual del mundo o de nuestra persona puede ser una revelación, sin embargo no es suficiente para cambiar nuestra conducta o nuestra perspectiva. La visión clara genuina impregna y altera nuestro ser en su totalidad. Para experimentar una visión clara y verdadera necesitamos encontrarnos en un estado especial y más elevado. Necesitamos establecer los cimientos de la meditación Shamatha antes de que pueda ser eficaz nuestra meditación de la visión clara. No es posible alcanzar la meta del budismo, la Iluminación simplemente leyendo libros, estudiando o filosofando, por valiosas que puedan ser estas actividades.
OBJETIVO ÚLTIMO
El objetivo último de la meditación Vipassana es permitir que la visión clara madure hasta, el punto en que cause, lo que se ha llamado, “un giro en el asiento más profundo de la conciencia” (Paravritti). Una vez que esto ha sucedido no hay retroceso: ha ocurrido un cambio tan profundo y fundamental que no es posible regresar a las antiguas formas de ver la vida. A partir de este punto todo nuestro ser se desplaza hacia la Iluminación.
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